Ayer tarde vi en
la tele el Intermedio. En el mismo se hablaba y se la entrevistaba a una
parlamentaria canaria de Coalición Canaria que en el Congreso dio a conocer una
conversación con Montoro de la pasada legislatura. Por lo visto, cuando en
aquel entonces el Presidente del Gobierno puso encima de la mesa unas dolorosas
medidas económicas que Bruselas obligaba a imponer bajo la amenaza de una
segura intervención si no eran aprobadas, ocurrió un hecho verdaderamente
vergonzoso. La votación salió adelante
por los votos del PSOE, Ciu y Coalición Canaria, pero salió verdaderamente por
los pelos. Y Montoro, por lo visto, le reprochó su voto de apoyo al Gobierno a
la diputada canaria porque lo que quería era que éste último perdiera la votación,
se nos interviniera, nos hundiéramos como país…, cayera el Gobierno…que ya
vendrían ellos a arreglarlo.
Mi mujer, que
estaba viendo conmigo el programa de Wyoming se sorprendió sobremanera porque
no se esperaba tanta ignominia ni infamia en un tipo como Montoro. Y yo me
sorprendí de que mi mujer se sorprendiera. Porque verdaderamente era para
sorprenderse que una mujer como ella se sorprendiera de la actitud normal de
tan mequetrefe personaje.
Este mediodía,
con mis amigos tomando una cerveza, uno de ellos sacó también el tema y todos
se sorprendieron, ante mi asombro y extrañeza, de la vergonzosa actitud de Montoro. Pero que se esperaban? Que
aguardaban de la actitud de ese personaje? Patriotismo? Lealtad? Pundonor?
Respeto? Fidelidad?
Pues estamos
arreglados. Si mi mujer y mis amigos que tienen una formación política muy por
encima de la media, una información cívica muy por encima de la media, ellos se
sorprenden ¿Qué será lo que piensa este país de cómo es la verdadera cara del
Partido Popular?
En mi tiempo
en el Senado llevando la portavocía de Sanidad del Partido Socialista he tenido
la amarga experiencia, muchas veces expresada claramente, de una oposición
empeñada en cargarse al Gobierno sea al precio que sea. ¡¡¡Al precio que sea!!!
Pero así de duro y de claro. Así de evidente.
En una moción
del PP solicitando la universalización de los Servicios Sanitarios, con la
inclusión de MUFACE, ISFAS, los colegios profesionales de abogados, médicos,
arquitectos, Ingenieros etc , hablaba yo con los del PP, intentando que
entraran en razón que esa moción era justa pero con la crisis y con el control
que nos tenía, y nos tiene Bruselas, nos iba a costar mas de cien millones de
Euros solo por el años 2011. El PP había conseguido para su moción el apoyo de
CIU, del PNV y del grupo mixto por lo que el tema salía de calle. En mi grupo
me dijeron que si eso se aprobaba teníamos muchas posibilidades de una reacción
grave de Bruselas que terminaría posiblemente con una posible intervención.
Esta última información se la dije al PP muy claramente y le aconsejé que
llamaran a la Dirección
del Grupo o de sui Partido. Llamaron delante de mí a Génova y le consultaron el
asunto a quien llevaba Sanidad con el teléfono puesto en altavoz. Y yo lo oí.
Lo oí. Lo oí. Lo oí. “¡A mi me importa un pito (si un pito) que se gane esa
moción y que nos intervengan. Con ello caerá el Gobierno y entraremos nosotros!
Así de
contundente y de claro.
Esos son lo
patriotas a los que se les ponen las venas del cuello mas que apretadas cuando
hablan de España. Esos son lo que ponen las banderas más y más grandes que
rayan el ridículo. Esos son los que se ponen cinturones, muñequeras, pulseras, camisas,
nikis y demás con las banderitas de
España. Eso son los patriotas de este país. No esperemos más de ellos. Son como
son. Sus padres y antepasados en la derecha de este país hasta dieron un Golpe
de Estado porque las cosas no le gustaban y no podían cambiarlas por métodos democráticos
de los que carecían en apoyos. No esperemos más de ellos. Dan lo que son. Así
son y así seguirán siendo. Las aceitunas dieron siempre olivas y los rosales
rosas.
Pedro Villagrán
06.06.12
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